Hoy Marco tiene adjudicada una e-bike y viene dispuesto a fundirla.
Ingenuos aquellos que acuden a la llamada.
Nos encontramos cinco bikers en Arbúcies: Karl Marx, Ciborg, Melenitas, Chordón y Chordonet. Empezamos, como no, subiendo por el camino de pago o sendero dels boletaires, y pronto nos damos cuenta de que no va a ser un día fácil...
Marco empieza a imprimir un ritmo matador, Ciborg le sigue detrás, aguantando con su pulmonar. Chordón y Chordonet hacen lo que pueden, y Michel como siempre: delante, detrás, aparece y desaparece de entre los matorrales.
Después de casi 20 km de subida, aparecemos en el Avet Blau donde presenciamos sus
impresionantes secuoyas y bosques de hayas allí donde los haya, donde nos da por practicar
algún drop.
Tras un breve descanso y ya con el estómago rugiendo, bajamos hasta el punto de avituallamiento acordado en Coll de Te, restaurante histórico en los barrigas el cuál han reabierto para nuestra grata sorpresa.
Sin embargo, hoy no podremos disfrutar de su acogedor ambiente pues tenemos preparado un despliegue entre abetos para no perder ni un segundo.
Eso sí, nos da tiempo a divagar, filosofar y hacer terapia sobre nuestras adicciones, sólo para
rematarlo con la petaca de whisky de Ciborg.
Después de un largo descenso por pista ancha, llegamos al punto conflictivo de la salida.
Y tan conflictivo... Caminos cerrados, repechones de porcentajes inhumanos, zarzas, arena, barrancos
y más de una media vuelta.
No subimos una ni dos, sino tres veces aquellos caminos dejados de la mano de Dios.
Por suerte, y a miedo de algunos de quedarse sin batería, tomamos la decisión más inteligente: a veces un paso atrás es un paso hacia delante.
Al fin llegamos a la pista principal y reenganchamos la ruta planeada.
Pudimos hacer un pequeño descenso por una trialera y ya, con la hora encima, bajamos directos hasta el restaurante el Molí de les Pipes.
En un agradable entorno y suculentos manjares, con el cuerpo magullado y sin fuerzas en las
piernas, nos relajamos y pasamos un buen rato entre habladurías y buena compañía.
Por suerte
tenemos el coche a unos veinte minutos al que llegamos por un bohemio sendero junto a la riera
d’Arbúcies, a título propio de “Paseo Triunfal”.
Como siempre, un gran día (que espero no se
repita más). Nos vemos en Los 100!
Chordón y Chordonet
Nota del editor: Jejejeje,cuando menos te lo esperes se puede repetir.... eres un ireductible BARRIGAS.
Sort que encara queden llocs per perdre´s...
sort que encara queden companys amb qui perdre´s...
sort que encara queden forces per perdre´s i trobar-se... ( i fugir dels gossos si s´escau jejeje )
¡¡ Sort i grácies !!
Companys, si enyoreu les primaveres lliures
amb valtros vull anar
que per poder-les viure
jo me n´he fet soldat...
( Lluis Llach "ABRIL 74" )
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