Para ello salimos los tres chiripitiflauticos desde el curro ( Carlos, Dani y yo ) a la una del mediodia cagando leches, para continuar el trazado de la ruta desde el punto en que lo dejamos Picapiedra y yo la semana pasada.
Como ese punto está ya bastante alejado de nuestro alcance para el tiempo del que disponemos, hicimos la "aproximación " con mi furgo hasta el "agility" de Argentona.
Aqui volvemos a retomar los senderos que semana a semana hemos estado descubriendo hasta que tras un buen "apretón" nos plantamos nuevamente en la entrada de OASIS.
Me pongo nuevamente en cabeza e intento seguir los consejos de mi GPS , pero poco a poco me voy dando cuenta de que nos estamos desviando de la ruta prevista.
Aunque nos hemos adentrado por un camino muy evidente, poco a poco, este se va desdibujando y volviendo sospechosamente mas intransitable y lúgubre.
Las zarzas hacen acto de presencia y debemos descabalgar para sortear algunos tramos donde tenemos que abrirnos paso a fuerza de apartar pinchos con pies, brazos y cabeza.
El GPS indica que el camino correcto deberia estar mas a la izquierda pero paralelo a por donde avanzamos, e intentamos atisbar entre la vegetación y el desnivel de terreno que tenemos delante, algun modo de enlazar.
De pronto nos damos cuenta de que nos encontramos en medio de una zona preparada como campo de tiro, con dianas, senderos balizados , puentecillos y estructuras "varias" y presentimos que "hemos metido la pata".
Ahora se trata de encontrar la salida de este laberinto y rapidito, porque el tiempo se nos echa encima y hay que volver a currar a las tres.
Probamos por aqui, luego para alla, bajo la intranquila mirada de mis compañeros que no tienen ni "p___ idea" de donde están. ( quiero decir que yo, como siempre...je je je, tenia la situación bajo control y que mi sentido de la orientación seguia siendo dueño de la situación ).
Pero he aqui, que de pronto, aparece en medio del bosque, un zorro que nos dá un susto morrocotudo y que nos lanza aceleradamente al fondo de un torrente donde aterrizamos encima de un tremendo ejemplar de cocodrilo del Nilo.
Carlos cae al suelo y la bestia se abalanza sobre él con la intención de hacerse el vermohut a su costa.
Pero entonces, sin dudarlo, salta el valiente Dani sobre el animal, y trincandolo por en medio del cuerpo con sus piernas, le aplica la llave de Jiu-jitsu llamada "el follatroncos", consiguiendo que el aligator se olvide de su presa y se preocupe solamente de su integridad anal.
Huimos de aquel rincón despavoridos como almas que lleva el diablo consiguiendo contactar enseguida con una pista principal por la que en "caida libre" logramos volver a la civilización de la riera de Argentona.Embarcamos en la furgoneta en plan " al abordaje" y emprendemos el regreso "pedal a fondo" ( ya me conoceis ) para acabar llegando al curro con solo 2 minutos de retraso.
Evidentemente los compañeros Carlos y Dani se quedan sin poder comer, mientras yo dando buena cuenta de mi bocata, les consuelo diciendoles que todos estos sacrificios son por una buena causa y que un dia no muy lejano obtendrán el justo premio a sus esfuerzos.
Dani me dice ironicamente que SI, SI pero que el próximo miercoles subimos al castillo del Burriach y alli estando, nos comemos los bocatas y las cocacolillas mientras disfrutamos de un ratito de sol y tranquilidad.
Le doy la razón, pero conociendome...no se cuanto tardaré en volver a tramar otra pajarada.
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