La verdad es que se lo merece y sobre todo en otoño.
Esta vez por eso, la expedición estaba formada por un buen pelotón de BARRIGAS , que atendiendo a la "llamada de la jungla" de la convocatoria semanal a traves del Bando Betetero, se aprestaron a someterse como conejillos de indias a un nueva prueba de laboratorio que urdí con mi amigo WIKILOCK.
Se trataba, como siempre, de mejorar "lo inmejorable", de "descubrir" nuevos rincones con encanto propio, de saborear la naturaleza en sus diferentes fases de esplendor, de aprovechar los conocimientos adquiridos en excursiones anteriores y con todo ello crear una nueva ruta de "puro mountainbike del bueno" que segun yo entiendo, consiste en evitar al maximo el asfalto, enlazar diversos puntos de interes variado y si es posible, compartirlo en la mejor compañia.
Con esa intención acudimos a la cita Gerardo, "Picapiedra", Jaime, Andrés, Diego, Dani, Moncho, "and me"
Nos plantamos en Sant Quirçe de Safaja a las 8 de la mañana con una temperatura de lujo para la zona que es y en la época que estamos.
Somos capaces incluso de salir con pantalones piratas y chaquetas de entretiempo cuando aqui mismo, en las mismas fechas tres años atras, empezabamos a pedalear en condiciones de riguroso frio polar.
Como la ruta de hoy es un "putiferi" de tracks y de "intenciones", enseguida abandonamos el terreno conocido para adentrarnos en los primeros senderos que resultan ser bastante esteticos pero tambien algo "laboriosos" para hacerlos de subida.
De nuevo aparecemos en "tierra firme" a la altura de la ermita del Roser y recuperamos la tranquila pista que nos conduce hasta el Coll de Prims.
Ahora empezamos el primer y divertido descenso del dia, un buen sendero que nos deja al pie del Castell de la Popa.
La ascension a este es todo un reto a nuestro "savoir faire" y evidentemente, algunos como Jaime y Dani ( que hoy se encuentra especialmente "habilidoso" ) son capaces de ascender un buen tramo de terreno "imposible" a lomos de sus bicis, mientras el resto de mortales nos resignamos a empujar nuestras monturas en ese inevitable tramo.
Foto de rigor y a continuar, que se nos acumula la faena.
Vamos ahora a por la Sauva Negra, hayedo residual , que alguna vez por equivocacion , nació y creció en una latitud que no le correspondia.
Disfrutamos con pedaleo facil y agradable por el interior del hayedo hasta que toca encarar el nuevo descenso que veniamos a "descubrir".
Resulta ser todo un hallazgo ya que a pesar de algun tramo de raices mas conflictivo al inicio, el resto es superestetico y sobre todo nos hace evitar un tramo asfaltado que hasta este momento eramos incapaces de esquivar.
Enlazamos con el resto de descenso de la Sauva Negra hasta que , extasiados, tenemos que volver a remontar por terreno bastante cómodo a excepcion de los clasicos tramitos "matamachos".
Desembocamos en Santa Coloma de Saserra donde hacemos la tradicional visita relámpago al Roure del Giol para cerciorarnos que sigue bien de salud.
Proseguimos raudos por la perfecta pista que pasa por el Espinau y que termina depositandonos en Collsuspina donde "tomamos al abordaje" una mesa de "Cal Bibu".
El hambre ya estaba haciendo mella en nuestra moral por lo que cuando llegan nuestros platos de panceta, nuestras tortillas y nuestra butifarras, desaparecen en un santiamen por nuestras avidas tragaderas.
De nuevo en la calle y tras reparar un inesperado pinchazo, nos lanzamos de regreso en busca del sendero de las Coves del Toll que "descubrimos" Gerardo y yo hace pocas semanas.
Este sendero es realmente ESPLENDIDO para los menos "tietas" y estupendo para el resto de los mortales.
Llegamos a las Coves y a su sorprendente poblado neolitico donde aprovechamos para tomar un respiro mientras flipamos con el didactico montaje.
Continuamos la ruta rematando el sendero de descenso hasta que encaramos las durisimas y pedregosas rampas que nos elevan hasta la casa de La Tuta donde sale a "recibirnos" un ladrador sabueso al que Gerardo presenta sus "credenciales" de domador de chuchos descerebrados.
Aqui volvemos a "coronar" el altiplano del Moianés, el cual vamos recorriendo por comoda pista y bucolicos paisajes labriegos.
Antes de llegar a la masia del Verdager nos desviamos por un casi imperceptible senderillo que en un sorprendente y breve descenso nos deja en las entrañas del torrente de Fontscalents con su pequeña zona de picnic acondicionada junto a una humilde fuente y al amparo de una pequeña imagen de alguna Virgen.
Este es el último descubrimiento de la mañana y creo firmemente que ha valido la pena el "hallazgo".
Un último tramo de "curriol", acaba por dejarnos junto a la casa trogloditica de L´Espluga colmando ya la matinal de visitas a puntos emblematicos de la comarca.
Desde aqui descenso facil hacia Castellterçol donde llegamos a traves de un último tramo inedito que nos ayuda a esquivar un buen trozo de carretera.
Y para terminar...la guinda del pastel.
El sendero que circula paralelo y a corta distancia de la carretera pero que nos mantiene completamente "aislados" de esta, adivinandola solammente por el rumor del tráfico.
Gerardo se pone en cabeza del pelotón y nos hace disfrutar de este trayecto a ritmo "vacilón", mientras yo me quedo en la retaguardia para saborear con tranquilidad este precioso y merecido "fin de fiesta".
Acabamos de nuevo en Sant Quirçe habiendo sobrepasado un poco el horario previsto, pero es que la ruta se merecia hacer todas la paradas que conviniera para disfrutar del espectacular entorno que acabamos de visitar.
Ahora toca "embarcar" rapido las bicis en los coche y enfilar la vuelta a casa donde a algunos les esperan sus "Santas" con el rodillo de amasar entre las manos....
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