LOS " VERABROTHERS" Y EL "CIBORG"

Como ya hemos dicho en alguna ocasión:
-Es un motivo de honda satisfacción...
...ver que no solo de bici vive el hombre...ni por supuesto LOS BARRIGAS.
Aqui os paso para muestra "un botón" aunque sea con algun retraso, pero es que las horas de que disponemos no dan para más.
ENHORABUENA A TODOS...SOIS UNOS CRACKS...con vosotros no dudamos que el pabellón BARRIGAS siempre estará en lo mas alto.
Primero Alberto en la cursa del diable donde seguro que aplicó su lema: MANTENER LA POSICIÓN...salir de los ultimos para llegar de los ultimos....o no.

Despues su hermano Diego , en la otra faceta completamente extradeportiva y que tan bien combina con una   Moritz o una Wallace en buena compañia.



Y por ultimo y recien salida del horno,  la crónica del "CIBORG"  que junto al amigo Mario, fueron "porahi" a partirse la cara defendiendo un nombre y unos colores...los de los BARRIGAS.

Este pasado sábado Mario y yo (Marc “Cyborg”) tuvimos la osadez de ausentamos de la habitual expedición barriguera para irnos a rompernos las caras con otros 124 triatletas a Banyoles. La intención era participar en el triatlón Supersprint (300m swim + 6,6 km bike + 2km run) que tenía hora a las 12:00h. Al llegar allí recogimos los dorsales y material que nos facilitaba la organización y nos fuimos a dejarlo todo bien preparado y listo en la zona de transición. Para nuestra sorpresa, uno al ladito del otro (dorsales 213 y 214). Desayunamos un poquito más y nos fuimos a inspeccionar la salida de la natación al lago de Banyoles. Como os podéis imaginar, no destaca por sus aguas limpias y cristalinas. Más bien huelen a huevo duro y está lleno de algas. Pero sin demasiadas manías, nos tiramos para hacer unas brazas, comprobar la temperatura del agua,que era agradable, y calentar un poco.

Cuando los jueces lo ordenaron, nos dirigimos a la zona de salida entre la multitud y con una buena dosis de nervios pre-competición. Unos aplausos por parte todos los allí presentes hicieron disminuir la tensión y sin darnos cuenta sonó la bocina. ¡Todos al agua! La cosa iba más o menos tranquila hasta llegar a la primera boya donde el giro propició las primeras aglomeraciones y mamporros. Poco después ya salíamos del agua rumbo a la primera transición. Cogimos la bici y volamos sobre los pedales. Este tramo se nos hizo especialmente corto pero muy intenso (a unos 37 km/h de media aprox.). Finalmente, llegamos a la segunda transición para dejar la bici y salir corriendo. Con las prisas, me olvidé de quitarme el casco y casi saliendo de la zona de boxes se lo entregué a un voluntario con la pertinente bronca de una de los comisarios de la organización. Por suerte, la cosa no fue a más y no me sancionaron ni descalificaron. Entre flatos y rampas en los gemelos crucé la meta en 30min45seg (30º) y Mario a 31min55seg (42º).

Una gran experiencia y un gran resultado que nos llevamos de nuestro primer triatlón y que seguro que vendrán muchos más.

Fins aviat!