Nos tomamos otra más

Esta semana el Paco y yo nos las prometíamos muy felices, hasta el Jueves pensábamos que salíamos los dos solos, al final el Sábado éramos ocho con la grata sorpresa del Diego Rumbero personaje al que solo vemos en las grandes ocasiones.

 

Últimamente solemos pinchar bastante, pero el Sábado batimos todos los records, antes de salir ya teníamos un pinchazo de aquellos de “ huy mira tienes una espina en la rueda haber… psssssssssss”

Como no venía KM y si Gerardo, para ir de jefecillo lo tenía yo bastante difícil, pero ayer Gerardo estaba de un generoso raro, y casi sin darnos cuenta ya estaba yo de jefecillo como a mi me gusta, disponiendo a diestro y siniestro, creo que quedo un recorrido a gusto de todos, subimos por Teia disfrutando de unos kilómetros de playa que a primeras horas de la mañana son un lujo, donde podemos ir poniéndonos al día de los pormenores de la semana que ha tenido el compañero, después la bella sendero con el que siempre triunfas aunque sea de subida y luego el enfermo cabron, hay me la jugué un tanto porque esa zona es un auténtico laberinto, de echo la última vez que nos metimos nos liamos, pero esta vez fue todo vida y dulzura,

 y solo fue bajar la preciosa trialera  hasta el repecho final que lo subimos casi todos, aviso lo pongo entre mis objetivos de subida, avisaos estáis.

El almuerzo fue en la María sombrita y la susodicha frase “que mal se está aquí” y luego debido a las calores, cuando lo normal hubiera sido volver por el camino fácil, la promesa de una mediana San Miguel a un euro nos convenció para pegarnos una remontada que solo hacemos en los benignos días de invierno, si ya los sé, es triste, pero así somos y espero que no cambiemos, así que la subida fue campo de golf, cabaña del tio Tom cornisa, siempre con las agradables sugerencias de Gerardo en los diferentes cruces, sugerencias que eran más o menos amigablemente rechazadas y Leandras, lo clásico vamos y es que había prisa por pillar la San Miguel y los cacahuetes, por supuesto al niño no le dimos cerveza, se tuvo que conformar con una cola, niño que cada dia se le ven más aptitudes y del que vamos a sacar otro enfant terrible, haciendo cantera, 

llegamos al bareto, conocidos risas y ausencia del “mal de Andrés”, bueno el Paco esta vez se transformó en Andrés y nos fuimos antes de lo querido por todos, esperando ya la siguiente endemoniada con ansia viva

Nota del traductor: Agradecer a Manolo las fotos echas con su escarrancio movil, sin las cuales esta entrada del blog estaria incompleta