lunes, 27 de mayo de 2024

Ascenso Gabietos 25/05/24

 Extraordinaria crónica y las fotos... se me cae la baba...

 

Ascenso Gabietos 25/05/24

La tercera fracción del grupo Barrigas se escapa este fin de semana a los Pirineos para

ascender los Gabietos desde la Pradera de Ordesa. El equipo alpinobarriguista de esta

salida lo componen Nono, Paco ‘Vais bien?’, Merces y su amiga Maria José, el

misterioso ‘Chiqui’ y yo, Aleix. Como toda ruta de este calibre, hay que partir hacia

donde está la acción un día antes para hacer noche. Esta vez nos alojamos en el

albergue Monte Perdido de Torla, sencillo, cómodo y con buen trato, muy cerquita del

inicio de la ruta.

Nos despertamos a las 6:00, desayuno de despliegue exprés y empezamos el tute a

las 7:30 desde la Casa Oliván (Pradera de Ordesa). Subiendo por los Campos de

Salarons ya nos queda claro: nuestro mayor reto será seguirle el ritmo a Paco! La ruta

nos lleva por el Circo de Carriata, lleno de rebecos salvajes camuflados en el paisaje, y

viendo siempre a nuestra izquierda el Tozal del Mallo y las impresionantes paredes del

cañón a nuestros lados. Llegamos a un desvío y allí tomamos el camino de las Clavijas

de Salarons, el tramo más directo y primer reto de la ascensión (que también nos

servirá de ‘photocall’) aunque sin gran dificultad. Tras remontar unos metros más de

desnivel por el Circo de Salarons y vistas privilegiadas a la Faja de las Flores, vemos

que el entorno empieza a cambiar. El viento es frío, la vegetación escasea y por fin se

divisan al fondo los Gabietos, tras un mar de nieve primaveral que se abre más allá. Lo

que nos espera… pero antes, hora del bocata! Orejones, barritas y frutos secos para

cargar energía!

Tras el breve tentempié, nos ponemos en marcha y colocamos las polainas. La nieve

nos llega por las espinillas y nos rodea por todas partes. El ‘team’ quitanieves abre

paso siguiendo el track mientras los ‘patascagás’ pisa-huellas tratamos de mantener el

ritmo y no distraernos con las marmotas que salen a saludar. Sorteando riachuelos y

algún desnivel rocoso llegamos al siguiente hito, nuestro segundo photocall, enfrente

de la Torre de Lassus. Cada vez estamos más cerca, pero aún nos queda trozo.

Reacios todavía a ponernos los crampones cruzamos los Llanos de Salarons, una gran

planicie que, cubierta de nieve, recuerda a las dunas de un desierto gélido. Y tan

desierto! Última parada para reponer agua, en un hoyo que se abre sobre el riachuelo.

‘Paco, llena las cantimploras de agua, pero no de la amarilla!’.

Que empiece el rock n’ roll! El camino no tiene pérdida, pero el desnivel que se

presenta delante de nosotros no es moco de pavo… Menudo subidón! Paso a paso

vamos abriendo unas ‘escaleras’ en la nieve. Las chicas están en plena forma, Nono

arrasa con lo que le echen sonriente, Paco es de otra galaxia y el ‘Chiqui’, aunque

‘rampero’ y tocado, es muy burrote. Y así hicimos hasta un pequeño descanso, justo

antes de la remontada final. Las distancias no aparentan ser muy largas, pero son

persistentes y tediosas. La escena parecía sacada de ‘La sociedad de la nieve’ y yo ya

me veía como fiambre.

Ahora sí, desenfundamos crampones y piolet. Armados hasta los dientes y con el alma

a punto de desprenderse del cuerpo subimos diagonalmente hacia el Gabieto norte


(oriental) donde se alza a nuestra derecha el impresionante y majestuoso Taillón. Sin

excesiva dificultad coronamos la cumbre al fin. ‘Seguro que es aquí? Yo no veo na!’.

Que sí Chiqui, conseguido! Abrazos, alivio y fotos que perdurarán para recordar la

emoción del momento, la cual uno parece no acabar nunca de acostumbrarse. Qué

lástima que se levantaran nubes ahora después de haber gozado de un día espléndido.

Eo, que todavía no hemos terminado! Siguiendo la cresta vemos a nuestra altura el

Gabieto sur (occidental) al que podemos llegar si continuamos por la loma. Cómo lo

veis, lo intentamos? Maria José es partidaria y la excusa perfecta que necesita el

Chiqui para conquistar otro tres mil. No obstante, hay que ir con mucha precaución, ya

que la nieve en la cornisa es reciente y el desnivel a ambos lados de la arista es

bastante pronunciado. Avanzando con la mayor prudencia acortamos distancia con el

pico, pero, viendo las condiciones en las que estaba, nos quedamos a unos pocos

metros de la cima. Lo mejor es recular ya que, además, son ya casi las 16:00 de la

tarde.

Ya satisfechos, descendemos el gran desnivel de esta mañana por la ladera nevada.

Esto sí es otra cosa! Con un soplido de aire revivificador cojo el rebufo del grupo y

descendemos de nuevo a la trazada que habíamos dejado. El paisaje de vuelta es

incluso más asombroso que el que habíamos visto hasta ahora. Un brutal anfiteatro

cercado por gigantes nevados: el Pico Blanco, el Escuzana, el Mondarruego, el

Gallinero… Menudo disfrute! Sobretodo en el tramo final, bajando de culo para ahorrar

fuerzas y divertirse como niños. El equivalente ‘culopatrás’ en la nieve.

Ahora nos aguardan horas de reseguir nuestra propia huella, haciendo las paradas

pertinentes para repostar y nos queda aún un último ‘entretenimiento’ de la salida. En

lugar de bajar por las Clavijas de Salarons iremos por la Fajeta, menos directa pero con

unas vistas espectaculares (y una desgrimpada entretenida). Luego ya no queda más

obstáculo que un casi interminable camino de regreso. Con casi 2000 metros de

desnivel no llegamos al coche hasta las 21:00 de la noche! Vaya palizón de ruta,

cortesía de nuestro Paco. Sin ducharnos siquiera fuimos directos a cenar todos juntos a

la pizzería El Taillón allí en Torla (no nos faltó de nada!) y ya directos al sobre.

Al día siguiente regresamos de vuelta a casa, pasando por la Cascada de Sorrosal en

Broto y una comida de despliegue improvisada (pero muy elaborada) a la entrada de

Lleida. Allí ya nos despedimos y entablamos el camino directo a casa, que algunos

tenemos que descansar, enmasillar o incluso ir a bailar!

Ha sido una ruta exigente físicamente e invernal en toda regla, pero fantástica de

recorrer. Alguno debe pensar que esta crónica es muuuy larga, pero es merecedor

plasmar el recuerdo mientras aun es vívido, para que podamos disfrutar y revivir estas

magníficas experiencias después que pasen los años. Gracias al equipo de esta salida

por compartir esta vivencia conmigo y os animo a todos a venirse a estas salidas! Aupa

Barrigas!

Aleix





















































4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo, chavales! Que buena ascensión os habéis marcado. Felicidades!

Anónimo dijo...

Crònica magnífica y extesia como se merece la excursión.
La he devorado ávidamente, se me ha hecho muy amena y las fotos brutales.
Felicidades a todos el equipo y al escritorio un gran aplauso. Efectivamente una vivencia y un recuerdo de paisajes para siempre

Paco dijo...

La crónica no es larga,la ruta es larga y con todo lo vivido ,se queda corta
Gracias Aleix por esta crónica tan bien redactada.

Merces dijo...

Que bonita crónica Aleix!!..Que pedazo de salida para recordar!..Siempre es un placer sumar tresmiles con mi pedazo de equipo!