La verdad es que siempre "criticamos" las excursiones que propone Gerardo, pero hay que reconocer que esta semana ha dado plenamente en el "clavo" y nos ha regalado con una mañanita de puro placer biquero.
El sábado pasado ya apuntó:
-La semana que viene vamos a la trialera aquella tan larga que va a para a Castellar del Vallés- dijo con su potente voz.
Y como el "presi" secundó la moción, pues no hubo nada que decir.
Eso si...alguno de nosotros le ayudamos a "aderezar" la idea y a hecharle imaginación al proyecto.
Con lo cual, el dia 26 a la hora H y en el punto X nos encontrabamos embarcando las bicis en nuestra flotamovil mientras preguntaba Gerardo:
...bueno..¿ donde vamos ?.....
Empezamos la ruta en La Salud de Sabadell y nos las prometemos muy felices rodando tranquilamente los primeros kilometros de suavisimo ascenso.
El "frescacho" se empieza a dejar sentir y algunas dentaduras empiezan a castañetear.
Sin darnos casi cuenta aparecemos en Castellar del Vallés donde tenemos un pequeño error de "navegación" siguiendo el track del GPS y nos damos una pequeña vuelta turistica de mas por el pueblo ( nada importante )
Localizamos enseguida la continución de la ruta y nos metemos en un agradable y bonito sendero que pasando al lado de la font dels Cosidors y serpenteando entre olivares nos lleva hasta Can Montllor.
Un pequeño esfuerzo mas y acabamos en Guanta donde podemos disfrutar del espectaculo, no siempre posible,de la cascada del Salt del Compte.
¡ Ahora viene lo bueno !!
Unos rampones durisimos que durante media hora nos acabarán conduciendo hasta el Coll de Tres Pins.
Iniciamos el descenso y tras una breve momento de "remember" comentando como era hace 10 añitos este desvio, tomamos el sendero que nos tiene que llevar hasta el fondo del valle.
El sendero al principio está mas arreglado que tiempo atras, pero poco a poco vuelve a ponerse en su estado original estando incluso mas pedregoso que las primeras veces que lo descendiamos, años á.
LLegamos a Sant Sebastiá de Montmajor donde a simple vista parece que los años no han dejado huella.
Pero a la que entramos en la "hospederia" vemos como efectivamente, las novedades tambien han llegado hasta este aislado rincón de la Serra Prelitoral...en este caso para bien.
Las instalaciones han sido reacondicionadas y ampliadas , pero con muy buen gusto e intentando mantener ese sabor por lo vetusto y entrañable.
Nos pegamos un buen almuerzo, pasando un poco de "fresquito" esos si y salimos decididos a emprender el regreso.
El camino de vuelta hasta Coll Monner tambien tiene sus tramos duros pero no tanto como los de Guanta.
Al fin llegamos a Can Cadafalch, origen de la megatrialera por la que hoy nos hemos llegado hasta aquí.
Gerardo toma la cabeza del Grupo (como siempre) dispuesto a asumir la responsabilida de conducirnos sabiamente por los entresijos mas complejos del descenso.
El descenso es realmente disfrutón, con tramos divertidos, con tramos técnicos, con tramos de sendero precioso y laaaargoooo muuuuuuyyy laaaaargooooooo.
Pero he aqui que en un momento dado, cuando ya hemos descendido un 80% de la trialera y esperando para reagruparnos, me doy cuenta de que he ¡¡ perdido la cámara de fotos !!!!.
Dejo la bici y a mis compañeros esperando en mitad del sendero y arranco de nuevo a pie cuesta arriba, empujado por los malos presagios y el pesimismo ante la posibilidad de recuperarla.
Me cruzo con dos biquers que descienden por la trialera y les pregunto si han encontrado una camara de fotos.
Ante la respuesta negativo, reanudo el ascenso apesadumbrado y con el convencimiento de que no encontraré la camara.
Cada vez que pienso en finalizar la busqueda pienso que quizas en 10 metros mas tendré la suerte de que aparezca...y asi de 10 metros en 10 metros me "casco" casi toda la trialera de subida.
Hasta que de pronto, casi arriba del todo, aparece un solitario biker que al verlo aparecer me da un presentimiento positivo.
Casi sin tener que preguntarle, el solitario jinete, se echa la mano al bolsillo trasero de su chaqueta y me entrega la camarilla que habia salido por su cuenta a "tomar algo".
Agradezco de corazón a aquel misterioso ciclista, que me devuelve junto con la cámara, un poco mas de confianza en el projimo y un poco de mi maltrecha moral.
Inicio el descenso dispuesto a reencontrarme "con mi gente" cuando en un momento casi choco de frente con Gerardo y Picapiedra que habian salido en mi "rescate", alucinando de lo lejos que habia llegado en mi afanosa busqueda.
Volvemos a reagruparnos al cabo de 45 minutos, dispuestos a recuperar el valioso tiempo perdido.
Asi que prudentemente acabamos la trialera y llegamos a Castellar , pero a partir de ahi emprendemos el regreso a La Salud pasando por Togores imprimiendo un ritmaco que obliga a nuestras piernas a exprimirse los últimos cartuchos que les quedan en la recamara.
Acabamos de nuevo en los vehiculos a las 2.30 con mas de 40 kilometros en las piernas y con la satisfaccion de haber vuelto a disfrutar de una gran matinal betetera.
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